Con mi perro por las playas del Cabo Trafalgar

De todos es sabido que en las playas está prohibido acceder con perros o mascotas, tal vez sea una norma algo incongruente; pero es así. En muchos lugares de España se están habilitando zonas de costa para uso canino: de momento, no tenemos noticias sobre que en las playas del Cabo Trafalgar existan zonas así.

Aún así, aquí siempre nos hemos llevado los perros a la playa, es una costumbre respetada y extendida desde hace décadas. La llegada del turismo masivo, en los meses de verano, ha supuesto algunos cambios importantes en nuestras vidas; uno de ellos es que con la instalación de puestos de socorristas y la presencia de policía en las playas podremos recibir una sanción económica -si el agente lo considera- y esto es demasiado subjetivo.

Hay agentes que son dueños de mascotas y -por ello- más sensatos y permisivos al comprobar que la queja de algún usuario o usuaria de la playa está fundada en un prejuicio contra los propios animales. En la mayoría de los casos el perro no está molestando a nadie ni mostrando ninguna actitud incómoda para quien decide llamar a la policía; tan sólo es por que esa persona no respeta los derechos de los demás y pretende hacer valer unos derechos, propios, que no están sustentados en la lógica. Se cree que la playa es suya.

Rosario F. Residente en Zahora

Al margen de todo ello, los gaditanos siempre nos llevamos los perros a la playa y si ahora tenemos que irnos a zonas más alejadas de la multitud, lo hacemos sin problemas. Pero como quien hizo la ley hizo la trampa, también solemos madrugar, antes de que llegue la «marabunta», y así poder darnos un baño tranquilo con nuestras mascotas en la Marisucia, La Laja o Los Castillejos.

Fuera de temporada; el paraíso

Durante la temporada media y baja, esto quiere decir fuera de la época de vacaciones masivas, las playas de Caños de Meca y Zahora quedan prácticamente desiertas y con ello se abren mil posibilidades para disfrutar con nuestras mascotas de una estancia realmente fantástica.

El las playas y los campos de Trafalgar, en la Comarca de la Janda, existen muchísimos rincones, realmente bonitos, por los que pasear con nuestro perro. Nos será posible disfrutar de fantásticas excursiones junto a nuestros canes en las rutas que el Parque Natural de la Breña nos ofrece.

Una vez de vuelta a la civilización, intentemos que el animal no sufra metiéndonos con él en grandes aglomeraciones de personas. Adoptemos una postura cívica y una actitud positiva y respetuosa recogiendo las «cacas» que nuestro perro pudiera hacer en lugares públicos.

Las principales normas para poder pasear con el perro por la vía pública es que debe ir atado y controlado en todo momento. Preocupémonos de su seguridad y anticipémonos a que, estando suelto en lugares donde existe tráfico de vehículos, el animal podría sufrir un atropello o generar un accidente.

Viajar con la mascota

No olvidemos que existe una normativa vigente -en materia de Tráfico- para transportar a nuestra mascota dentro del coche. También existe una homologación para remolques y/o transportines.

En caso de alquilar un coche, recomendamos avisar con antelación para que la empresa de alquiler (en caso de ofrecer el servicio) prepare el vehículo pertinentemente y comprobemos que la cartilla de vacunaciones de nuestro perro está correcta.

Si nuestro amigo es propenso a marearse, tendremos que suministrarle un pastilla anti mareo para perros, leer prospecto previamente.

Hoteles que aceptan mascotas

Existen muchos hoteles que admiten perros, así que cuando hayamos elegido el alojamiento, asegurarnos de si existe un suplemento en el precio por la estancia de la mascota. También hemos de saber dónde dormirá; si podrá permanecer con nosotros -en nuestra misma habitación- o el establecimiento dispone de un espacio especial donde el perro deberá dormir solo. Esto es muy importante ya que asegurándonos de estas cuestiones nos evitaremos sorpresas desagradables de última hora.

Es importante conocer si el alojamiento dispone de servicio de guardería canina; en caso afirmativo revisaremos el mismo y nos aseguraremos de que nuestro amigo permanecerá cómodo, fresco, seco e hidratado en los momentos que decidamos dejarle atendido mientras nosotros realizamos alguna actividad a la que no nos pudiera acompañar.

Si eliges apartamentos en Caños de Meca, asegúrate que admitan perro y que no conlleve un coste añadido.

Suponemos que el perro ha viajado ya anteriormente, de lo contrario no nos vendrán mal unos ensayos -desde la semana anterior- observando cómo se encuentra el animal tras los recorridos. Aunque no muestre mareos el coche puede afectarle en otro sentido; carácter, apetito…

Durante el viaje, si va dormido, aprovecharemos las paradas para comprobar si despierta y quiere salir a un pis, o beber o a que le dé un poco el aire. Si continuara dormido comprobemos que no haya vomitado, o se encuentre en alguna postura incomoda para respirar bien.

Al final de viaje, contando con que ha despertado, ocupémonos primero de nuestra mascota, ya que las maletas y bultos pueden esperar. Además así él estará tranquilo y podremos concentrarnos en otras cosas: descargar equipajes, recogida de llaves…

En cualquiera de los casos, lo más acertado es visitar antes del viaje al veterinario o al adiestrador y dejar que nos aconseje.

¡Felices vacaciones con la mascota!